Leyenda del descubrimiento de la “Blanca Paloma” Patrona de Andalucía

La leyenda cuenta de un almonteño que había salido al campo en un sitio llamado de Las Rocinas, cerca del pueblo de Almonte, provincia de Huelva se acercó al lugar donde ladraban sus perros encontrando entre unas zarzas la imagen de Nuestra Señora, de estatura natural.
Era Pascua de Pentecostés y, postrándose ante ella, alzó vuelo desde la imagen una Blanca Paloma.
El almonteño decidió llevarla a su pueblo pero a medio andar se recostó a descansar. Al despertar la imagen había desaparecido. Volvió al bosque en su búsqueda y la encontró en el mismo zarzal, sobre el tronco seco de un árbol.
La fantasía meridional le dio a la Virgen del Rocíoel nombre de Blanca Paloma y creó una copla que dice:

“La virgen del Rocío
No es obra humana,
Que bajó de los cielos
Una mañana”

Rocío Grande: coincidiendo con Pentecostés tiene lugar la Romería hacia Almonte, donde está el Santuario del Rocío convirtiéndose cada año en el centro de la geografía mariana mundial.
Rocío Chico: se celebra en agosto para conmemorar que el pueblo almonteño se salvó del furor de las tropas napoleónicas en 1810.
El Traslado: coincide la fecha con el Rocío Chico. Es una tradición llevar la Virgen desde la Ermita hasta el pueblo Almonte (15 km.) a hombros de su gente por un camino de llanos, pinares y arenales. Para realizar el camino la Virgen cambia su atuendo por el pastora, traje de viaje utilizado por las damas en el siglo XVII. Se la cubre con un capote o guadarpolvo para protegerla de las inclemencias del camino. Allí permanece hasta una semana antes de la próxima romería por Pentecostés.